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E El papel de los directivos y altos cargos dentro de una empresa es crucial para el buen funcionamiento de la organización. Los contratos de alta dirección y los procesos de despido de estos cargos tienen particularidades que los distinguen del resto de trabajadores. Debido a la responsabilidad que asumen y las condiciones especiales de su relación laboral, resulta fundamental contar con un asesoramiento especializado para la revisión de sus contratos y la correcta gestión de sus despidos. A continuación, analizamos los principales aspectos que deben tenerse en cuenta al tratar estos temas.
U Un directivo o alto cargo es una persona que ocupa una posición de responsabilidad dentro de una empresa, encargada de la toma de decisiones estratégicas y operativas. Estos cargos incluyen puestos como gerentes, directores generales, directores de departamento y otros que, por sus funciones, gozan de mayor autonomía y, a menudo, se encuentran excluidos de las normativas laborales comunes.
La relación laboral de los directivos se regula a través de un contrato de alta dirección, que establece las condiciones especiales de su vínculo con la empresa. Este tipo de contrato presenta particularidades en cuanto a la retribución, el régimen disciplinario y las condiciones para la extinción de la relación laboral.
L Los contratos de los altos cargos se diferencian de los contratos comunes en varios aspectos. Dado que los directivos asumen un alto nivel de responsabilidad y autonomía, las condiciones de su contrato suelen ser más complejas, con cláusulas que pueden incluir bonificaciones, incentivos, cláusulas de confidencialidad, entre otros.
A la hora de revisar un contrato de alta dirección, es importante tener en cuenta varios aspectos clave que pueden tener un impacto significativo en la relación laboral:
El contrato debe especificar claramente las funciones y responsabilidades del directivo. Debido a la naturaleza de su cargo, es fundamental delimitar los alcances de su autoridad y las áreas de la empresa sobre las que tiene capacidad de decisión. Esto puede incluir la gestión de personal, la toma de decisiones financieras, o la dirección de proyectos estratégicos.
Los directivos suelen recibir salarios más elevados que los empleados comunes, además de bonificaciones por objetivos, participaciones en los beneficios de la empresa o incentivos a largo plazo, como acciones. Es crucial que el contrato especifique claramente la estructura de compensación y las condiciones para el pago de estos incentivos.
Dado que los directivos suelen tener acceso a información confidencial de la empresa, es habitual incluir cláusulas que les prohíban divulgar dicha información. Además, las cláusulas de no competencia suelen estar presentes para evitar que, una vez finalizada la relación laboral, el directivo trabaje en una empresa competidora. Estas cláusulas deben estar adecuadamente definidas en términos de duración, ámbito geográfico y compensación por su cumplimiento.
Otro aspecto importante es la duración del contrato. En algunos casos, los contratos de alta dirección son indefinidos, mientras que en otros se pacta una duración determinada, sujeta al cumplimiento de ciertos objetivos.
La revisión del contrato también debe abarcar las causas de extinción del mismo. Es importante que se detalle claramente en qué circunstancias la empresa puede despedir al directivo, ya sea por causas objetivas, disciplinarias o por mutuo acuerdo. Esto es clave para evitar malentendidos o litigios futuros.
EEstas cláusulas de blindaje suelen prever indemnizaciones elevadas, a veces equivalentes a varios años de salario, con el fin de proteger al directivo en caso de despido. Es importante revisar y definir estas cláusulas en el contrato para evitar futuros conflictos entre la empresa y el directivo.
Estas cláusulas de blindaje suelen prever indemnizaciones elevadas, a veces equivalentes a varios años de salario, con el fin de proteger al directivo en caso de despido. Es importante revisar y definir estas cláusulas en el contrato para evitar futuros conflictos entre la empresa y el directivo.
Tanto para la empresa como para el directivo es fundamental contar con un asesoramiento legal especializado a la hora de negociar y firmar un contrato de alta dirección. Para la empresa, es importante asegurarse de que el contrato sea claro y proteja sus intereses, mientras que el directivo debe asegurarse de que sus derechos y expectativas estén adecuadamente reflejados en el documento.
En caso de despido, es recomendable acudir a un abogado especializado que pueda asesorar tanto a la empresa como al directivo sobre la mejor forma de proceder, teniendo en cuenta las cláusulas del contrato y la normativa laboral vigente.
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